CAS

   Este día estaba súper tranquila, así no hayamos tenido nada programado. Fue un poco apresurada la planeación de este día ¡La hicimos en el mismo bus, de ida!, aun así siempre positivos y con toda la disposición de afrontar estos problemas y buscar la mejor manera de solucionarlos. Lucio tenía que hacer sus tareas, pero este día yo lo sentí desanimado, cansado, ido; cosa que jamás había pasado, él es un niño que le encanta hacer su tarea pero este día no sé qué le pasaba. Esta situación me hizo enfrentar mi impaciencia y crear una forma en la que el hiciera su tarea rápido para que pudiera ir a jugar que era lo que tanto quería. Descubrí que le encantan las témperas y lo use a su favor, empezamos a pintar con témpera nuestras manos para así “desestresarlo” y hacer que luego de esto se enfoque en su tarea y ¡LO LOGRE! Lucio termino toda su tarea feliz y rápido para poder ir a jugar. Fuimos al patio y me empezó a hacer cosquillas, fue un mate de risa, tanto él como yo ya no...

Cuando llegue me sentí mucho más segura, además de feliz porque ¡¡Volvería a ver a Lucio!! Teníamos programado hacer tareas con ellos, terminar los juegos de integración que dejamos pendientes y hacer que cada niño haga un cartel con su nombre y lo que él quería ser de grande. Lucio y yo terminamos las tareas y nos fuimos a jugar al patio con algunos niños más, esta parte personalmente me encanto porque pude hacer pasar un buen momento a Lucio. Él me pidió que le hiciera “capachun”, que es cargarlo en mi espalda, y empezar a correr, sus demás amigos se sumaron a este momento y empezamos a hacer carreras.  Todos los niños se reían, muestra de que les estábamos haciendo pasar un muy buen momento. Este día yo dirigía el juego “Pato-Pato”, salió muy muy bien, ya que como dije antes, me he podido dado cuenta que ejerzo una cierta figura de “mamá” sobre ellos, cosa que ayudo al orden y buen resultado del juego. Luego pasamos a realizar los cartelitos, Lucio quiere ser un bombero porque...

Bueno, esta visita si bien es cierto estuvo totalmente planificada días antes, no pudo evitar los nervios que sentí ese día al ver a todos los niños y la energía que tenían. A mí me encanta ayudar a las personas con menos recursos que yo, porque se lo que se siente y así uno quiera algo material siempre será mejor un amigo nuevo en el que puedas contar y pasar un buen momento con él y eso fue lo que me propuse ese día mientras iba al encuentro con los pequeños. Al llegar nosotros pensamos en presentarnos y hacer que ellos también se presenten de una forma didáctica, cosa que no se puedo hacer ya que el centro nos dijo, al llegar, que debíamos de ayudarlos con sus tareas y yo como estudiante, sé lo tediosas y aburridas que estas pueden resultar por lo que pensé que hacer de frente tareas con los niños no era un buen comienzo, por eso, cuando me designaron a Lucio, me propuse ser lo más paciente y de alguna forma empezar a crear un lazo con él. Terminamos todas sus tareas y nos fuimos a...