Caminata 13km ¡SI SE PUEDE! :)
Esta experiencia CAS fue distinta a muchas ya que esta vez
no teníamos proyectos porque no iríamos a ningún centro, al contrario… se trató
de una caminata de 13 largos y cansados kilómetros, desde Pachacamac
hasta Cieneguilla. Constó de 2 tramos, el primero donde nadie podía hablar ni
escuchar música, caminar en fila uno detrás del otro y solo apreciar el entorno
,y el segundo de manera libre, o sea caminar en grupo y escuchando música.
Mientras estábamos de camino al punto de partida, comencé a
pensar en muchas cosas, la principal era
que no estaba segura de que la pudiera terminar porque hacía tiempo que había dejado
de practicar natación y podría haber perdido el físico ganado en aquel tiempo.
Estos pensamientos no fueron una excusa para no realizar la
caminata o rendirme en medio de esta, sino que ahora estaba dispuesta a dar
todo de mí y al llegar sentirme orgullosa de mi y de lo que puedo ser capaz con
tan solo creer en mí.
Y llegó el momento, nuestros supervisores nos dieron algunas
indicaciones antes de comenzar las cuales fueron:
- Mantenerse en una línea, uno detrás del otro a una distancia de 2 metros.
- Mantenerse en completo silencio para no distraer a los demás.
- Reflexionar sobre nosotros mismos.
- No retrasarse para así poder concluir en el tiempo propuesto de una manera ligera.
El primer tramo fue un tiempo de reflexión, pensé en mi familia, en mis amigos y como es
nuestra relación, en que puntos puedo mejorar yo para así evitar discusiones y
estar tranquilos siempre entre nosotros. Luego miraba el entorno y lo degradado
que está gracias a todos nosotros, que no cuidamos el lugar donde vivimos y
somos desagradecidos con el planeta y lo mucho que nos da. Desde ese día me prometí
cuidarlo, no botar basura donde no debo, regar las plantas de mi casa, cuidar
el agua cerrando el grifo o bañándome más rápido; son pequeños gestos pero así
es como se empieza un gran movimiento.
Llegamos al final del primer tramo, luego de 6.5km, lugar
donde nos refrescamos y comimos una merienda para recargar energías y seguir
con el último tramo de la caminata.
El segundo tramo fue distinto, porque se nos permitió
caminar en filas de tres y escuchar música con audífonos. A mí me animo
demasiado el hecho de poder escuchar música, caminaba cantando, saltando,
riendo; fue muy agradable.
Tiempo después se notaba que muchos ya estaban cansados,
incluyéndome a mí, pero felizmente ya estábamos cerca de la meta por lo que
junto a unos amigos empecé a correr para llegar más rápido y superar el récord
del grupo que la realizo el año pasado. Al haber llegado todos a la meta
nuestro coordinador nos dio la noticia que superamos el tiempo del anterior
grupo y esto causó una gran alegría en nosotros porque lo logramos con
esfuerzo.
Este día fue muy significativo para mí, fue increíble un “simple”
camino puede enseñarte muchas cosas, ¡un gran día!
Comentarios
Publicar un comentario